Alfonso X el Sabio
Se cumplen ocho siglos desde el nacimiento del rey que unió para siemrpe su corazón a la ciudad de Murcia.
Falleció en Sevilla en 1284, pero Alfonso X había escrito en su testamento que quería ser enterrado en el Monasterio de Santa María la Real de Murcia. Entonces, los albaceas del monarca, una vez reconocido rey a su hijo Sancho IV que había librado en guerra contra su padre, entendieron provocativo llevar en pompa y boato el cuerpo del Rey Sabio hasta Murcia. Se propuso entonces una solución intermedia, dejar el cuerpo en Sevilla y que el corazón fuera enterrado en Murcia.
Fue en 1521, cuando el emperador Carlos V decide que el corazón del Rey Sabio ocupara un lugar en el altar mayor de la Catedral. En 1541, durante una estancia del emperador en la ciudad, ordena levantar el oratorio para mostrar respeto al monarca castellano.
Sirva esta fotografía de la Capilla Real murciana para conmemorar tal efeméride.
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