Que Murcia no es una ciudad cualquiera podría afirmarlo toda aquel que bien la conoce. Hablamos, sin duda, de una ciudad con vida propia. Esa vida que le trasmiten sus gentes, las mismas que desbordan sus murcianas calles como si de verdaderas arterias se tratara. Aunque no pretendemos hablar de anatomía, bien podríamos decir que hablamos de un corazón, o mejor dicho, de uno de los corazones de la ciudad de Murcia: la Plaza de las Flores.
Etiquetas: historia
rincones de Murcia
gastronomía
Leer más: La Plaza de las Flores
El origen de esta popular calle se remonta a la reconquista de Jaime I de Aragón tras la rebelión de los mudéjares en la ciudad, hablamos del año 1266. Entre otras medidas tomadas para paliar aquellos enfrentamientos entre musulmanes y cristianos, una de ellas fue la de abrir una vía recta que uniera la primitiva Mezquita Aljama, y hoy Catedral de Santa María, con la que fue Puerta del Mercado (Bad Al-Yadid), situada en el extremo norte de la antigua muralla de la ciudad. Después de esto, los cristianos debieron quedar situados al oeste de esta calle y los musulmanes al este. Aunque al no tener esta medida el éxito deseado, Alfonso X decidió que los cristianos habitaran el interior de la muralla principal y los musulmanes los arrabales.
Etiquetas: arquitectura
historia
rincones de Murcia
Leer más: Trapería: una calle con alma