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  • Antonio Jiménez Lacárcel
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La primera piedra del Puente de los Peligros

Hace 300 años, el 10 de septiembre de 1718, aunque los trabajos ya habían comenzado con anterioridad, se colocó la primera piedra del Puente de los Peligros. En un altar provisional adornado con colgaduras de damasco carmesí y terciopelo, sobre las 4 de la tarde concurrieron, entre otros, don Luis Belluga Moncada, el Marqués de Miravel, el corregidor Andrés Carrasco Muñoz, el racionero Nicolás de Avellaneda, prebendados, fabriqueros, caballeros y gentes de otros estados.

El obispo don Luis Belluga, hizo la función de la bendición en la forma que previene el ceremonial romano, e inmediatamente, en un cilindro de plomo extraído de una caja del mismo metal, se introdujo un pergamino escrito con la siguiente leyenda:

"Puso esta primera piedra el Excelentísimo señor D. Luis Belluga Moncada, obispo de este Obispado, gobernado la Santísima Silla Apostólica N. SS. Padre Clemente XI. Y estos Reynos de España la Majestad del S. D. Phelipe V que Dios guarde: año del Señor, 1718."

Además del escrito en pergamino, introdujeron monedas y medallas como las que describimos:

- Una moneda pequeña del Papa con las armas de la iglesia y la efigie de San Pablo.

- Una medalla de plata con Sa Fulgencio, un corazón con siete espadas y una cruz con capelo, fabricada ese mismo año, entregada por el prelado

- Una medalla de plata con Nuestra Señora de la Paz, titular de la catedral, y las armas del cabildo que proporcionó el comisario.

- Una medalla de plata con San Patricio , patrón de la ciudad y las armas de ella, donada por el Concejo.

- Un real de a ocho mejicano que regaló e lMarqués de Miravel.

- Un real de a ocho segoviano con las armas reales, facilitado pro el corregidor.

- Una medalla de Santa Catalina de Bolonia.

- Dos cruces de Caravaca.

Después de aquella ceremonia, se cerró y se soldó la caja con todas las ofrendas, y se colocó en el cóncavo de la piedra del pilar central, cubriéndose con una losa. Y allí, desde hace 300 años, bajo los sillares de nuestro Puente de los Peligros permanecen desde entonces aquellos testigos de una parte de la historia de Murcia.

 

BIBLIOGRAFÍA

DE LA PEÑA VELASCO, CONCEPCCIÓN. 2001. El Puente Viejo de Murcia. Universidad de Murcia.

Etiquetas: historia

Murcia me gusta. Ciudad clara de colores calientes, de piedras tostadas, color de cacahuete tostado. Y notas deliciosas de luz, las calles estrechas y sin aceras, las “veredicas del cielo”, las tiendas de los artesanos, el esparto y la cuerda. Y ahora en el crepúsculo, una luz maravillosa.

Jorge Guillen

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