Las Murcianas III [Las Siete Coronas de Murcia]
Tienen las hijas de la tierra mía
ojos que brillan como el sol fulgura;
llevan la noche en su mortal negrura,
llevan también la claridad del día.
Las amapolas que la huerta cría
pálidas son mirando su hermosura:
si reza, es devoción, es virtud pura,
si baila es el amor, es la alegría.
Los pintores la toman por modelo
para pintar los ángeles del cielo,
seguros de su triunfo y su victoria.
Y a la sonrisa de sus labios rojos
y a la mirada de sus negros ojos,
se abren los cielos repicando a gloria.
Pedro Jara Carrillo [La Huerta IV. Las Siete Coronas de Murcia]
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