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Portada de La Cruz

La puerta norte de la Catedral de Murcia recibe tres nombres diferentes. De San Fulgencio por el busto del patrón de la Diócesis que hay en el cuerpo superior de la portada, de La Cruz por la que preside la plaza y de Las Cadenas por las que la bordean. Es curioso el caso de esta plaza y el origen de las cadenas. Para empezar, son realmente dos plazas distintas y ninguna se llama “de la Cruz” como popularmente la llamamos los murcianos. De un lado está la parte con la cruz y las cadenas, que es de propiedad municipal y que se llama Plaza Hernández Amores, y de otro el espacio alargado que va desde la Puerta de la Cruz a la entrada a Trapería, que se llama "Atrio de la Catedral" y cuya titularidad pertenece al Cabildo.

Más curioso aún es el origen de las cadenas, aunque ahora sean dos plazas y con diferentes dueños, originalmente era sólo una y pertenecía a la Catedral. Antiguamente existía un derecho en el que si alguien era perseguido por la justicia, entraba en una iglesia y pedía acogerse al derecho de sagrado, podría permanecer dentro sin ser detenido ni juzgado. Por eso el Cabildo decidió delimitar el suelo que le pertenecía con cadenas, para que quien las cruzase, aunque  estuviera en la calle, pudiera acogerse a tal derecho. De ahí provienen las actuales cadenas, que no tienen la misma ubicación pero guardan relación.

La portada consta de dos cuerpos, el primero es renacentista y se erigió entre 1512 y 1515, atribuyéndose su autoría bien a Juan de León bien a Francisco Florentino, el segundo es una remodelación del S.XVIII llevada a cabo por José López.  La portada consta de un arco rebajado con el escudo del Cabildo en la clave y flanqueado por dos de medio punto, el menor con seis pares de ángeles que portan las seis coronas que por aquel entonces tenía el escudo de la ciudad y el mayor con castillos y leones, granados en los arranques y medallones con las efigies de miembros de la realeza relacionados con la Paz de Granada, a la que rinde homenaje esta portada. Se completa el cuerpo con dos pilastras y los bustos de San Pedro y San Pablo en las enjutas. Es una de las primeras obras renacentistas de toda España.

En 1783 comienza una reforma que altera el segundo cuerpo y ciega el rosetón (aún visible desde el interior de la catedral).  Consta de tres paños rectangulares separados por pilastras con los relieves de los tres santos hermanos de Cartagena, San Fulgencio, San Leandro y San Isidoro, enmarcados en columnas monumentales y con un entablamento en el que se reutilizaron relieves de la portada del XVI.  Sobre este,  la imagen de la Virgen de la Leche con coro de ángeles y un frontón partido con una réplica de la Cruz que preside la plaza. Separa ambos cuerpos un pequeño balcón con balaustrada.

Etiquetas: catedral arquitectura

Murcia me gusta. Ciudad clara de colores calientes, de piedras tostadas, color de cacahuete tostado. Y notas deliciosas de luz, las calles estrechas y sin aceras, las “veredicas del cielo”, las tiendas de los artesanos, el esparto y la cuerda. Y ahora en el crepúsculo, una luz maravillosa.

Jorge Guillen

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